En este momento nuestro planeta está
pasando por temas delicados, temas en donde – por muy drástico que suene – se
decidirá nuestro futuro como humanidad. Siempre conversamos sobre cuáles son
los temas del futuro, nombramos el agua, el cambio climático, la
medicina, la alimentación, etc., en estos temas los gobiernos y las
organizaciones dedican tiempo y recursos ya que están directamente
relacionados con el desarrollo y supervivencia de su gente.
En este sentido, uno de los
tópicos dominantes en la actualidad es la
energía. En donde se engloba la generación de energía eléctrica, el uso de
energías más eficientes, la dependencia de las energías fósiles, el desarrollo
de las energías renovables, entre otros; todo con el propósito de mejorar el
uso de energía, disminución/eliminación del daño ambiental, aumento de la
demanda energética, disminución de la
oferta y nuevas alternativas.
Pero antes de hablar sobre nuestra
opinión personal tenemos que explicar para los ajenos al tema lo que es la
energía. Según el libro “Tecnología de las energías renovables” de José M. Fernández
Salgado, “La energía es algo que no se
puede tocar, no ocupa un lugar… estas acciones solo las realiza un objeto sobre
un sistema material, lo que ocurre es que la energía no es un sistema material”,
palabras más o palabras menos la energía se encuentra asociado a un material,
por ejemplo el agua no es energía pero aprovechamos el curso de esta, para
transformar la energía hidráulica en energía eléctrica, igualmente pasa el con
el petróleo o el gas natural en donde a través de la combustión se genera
energía mecánica y con esta energía eléctrica.
Entonces, de vuelta al tema de la
energía, el detalle es el siguiente, el ser humano tiene necesidades básicas
que son calor y trabajo - como indica el autor antes mencionado - y estas deben
abastecerse de alguna forma, a partir de la revolución industrial estas
necesidades las han proporcionado los combustibles fósiles habiendo desde esa época
un incremento exponencial del consumo de esto recursos. Aun cuando se han
descubierto nuevas tecnologías y nuevos métodos de generación sigue
prevaleciendo la generación de energías convencionales.
Somos del particular pensar que
para poder desarrollar una industria, un país, un sector, es imperante la
energía eléctrica confiable y segura, pero para esto es necesario un sistema
eléctrico robusto, interconectado y redundante en donde la capacidad firme de
potencia instalada, la transmisión, la
distribución e incluso los procesos de comercialización estén acorde a la demanda
solicitada por la red y poseer además una holgura aceptable en continuo
crecimiento. Hasta ahora creo que todos están de acuerdo con este pensar, hasta
que mencionamos que para ser esto posible es necesario construir hidroeléctricas
y termoeléctricas que proporcionen esta capacidad firme, en nuestra opinión esto
aplica para países donde poseen sistemas eléctricos con graves problemas, a
punto de colapsos en todo el sector eléctrico, como es el caso de Venezuela en
donde incluso se posee del combustible como insumo en la generación o del
desarrollo del potencial hidroeléctrico de sus ríos. Mencionar el sistema
eléctrico de Panamá también puede servir de ejemplo, siendo un sistema de
potencia pequeño pero con problemas en generación y transmisión de la energía –
sin llegar al colapso -, sujetos a los
fenómenos climáticos, con soluciones ya encontradas (interconexión con
Colombia, línea de transmisión en alta tensión adicional y construcción de una
termoeléctrica) pero no ejecutadas.
Ciertamente no somos ciegos de
las múltiples repercusiones ambientales si todos los países en vías de desarrollo
aplicasen estas medidas en contra del ambiente y más si son gigantes
industriales en crecimiento con grandes necesidades energéticas como es el caso
de China, India o Brasil.
Aquí nos preguntamos. ¿Por
qué no las energías renovables?. Desde el punto de vista técnico/económico las
energías renovables necesitan de varios puntos para poder competir en igualdad
de condiciones con las energías convencionales y nucleares, en este momento
podemos pensar en estas dos:
- Mayor desarrollo tecnológico. Con los años las tecnologías disponibles han aumentado la capacidad de generación de las energías alternativas o renovables pero es necesario un aumento de la capacidad tecnológica y mejoras en la manufactura para poder disminuir los costos de inversión y mantenimiento.
- Introducir todos los costos ambientales que son generados en la implementación de energías renovables y no renovables, con esto contabilizar:
- ¿Cuánto es el impacto de emisiones de CO2?
- ¿Cuánto dejo de ganar por la inundación de terrenos por parte de hidroeléctricas?
- ¿Cuánto árboles son necesarios plantar para mitigar esta obra?
- ¿Cuánto necesito invertir para recuperar el lago contaminado?
- ¿Cuánto necesito invertir para el almacenamiento seguro de los residuos radiactivos?, entre otros costos.
Estos puntos no se toman en cuenta
en su totalidad en el desarrollo de proyectos energéticos, nunca contabilizan
el “¿Cuánto me cuesta limpiar?” en sus estudios técnicos y estudios económicos,
y de ser así no se puede observar el valor agregado que da las energías
renovables.
Como recomendación y sin caer en
temas políticos los gobiernos deben establecer políticas públicas en donde se implanten
incentivos económicos para proyectos de generación eléctrica renovable, donde
se utilizarán cantidades importantes de recursos, tiempo y esfuerzo, donde
proyectos con un alto costo ambiental sean desplazados por proyectos sin
problemas ambientales, donde en un futuro (muy a pesar de nosotros - al ser venezolanos -) el
petróleo quede como parte de nuestra historia, debajo de nuestros suelos, si
bien queremos el desarrollo del país también queremos el desarrollo tecnológico
y energético en pro del mundo, en freno del cambio climático y de las
extinciones masivas. Es necesario mucha más voluntad técnica, política y social
para tomar las decisiones de nuestro futuro energético, estas acciones deben realizarse desde
hoy y son las energías renovables, la eficiencia energética y el ahorro
energético claves para poder desarrollarnos como especie para la
próxima etapa evolutiva, donde la energía no sea un problema.
Ing. Jesús A. Rodríguez R